Cada finales de octubre, el rey Felipe VI y la reina Letizia se desplazan a Oviedo, en esta oportunidad para la edición de 2024 de los Premios Princesa de Asturias. Para el momento, todas las miradas apuntan a Leonor, pues la heredera se enfrentaba a su primera vez en el rol de Presidenta de Honor de la ceremonia desde que es mayor de edad, pero sin olvidar a la infanta Sofía.
Y es precisamente la infanta Sofía quien en esta oportunidad se robó las miradas de quienes asistieron a algunos actos, especialmente por su presencia que pocas veces sucede desde que está cursando el Bachillerato Internacional como lo hizo su hermana.
Sofía de Borbón deja de asistir a muchos eventos, pues está en dedicación absoluta a su faceta académica que ni siquiera interrumpió para los eventos de la Fiesta Nacional, pero sí para asistir a las jornadas grandes de la primogénita de Felipe VI.
Ojo analítico con los gestos de Sofía
La infanta en esta oportunidad no quedó libre del ojo analítico de los observadores de la Corona porque Leonor sea la heredera al trono. Por el contrario, la prensa rosa no perdona y estuvo muy pendiente de los saltos de protocolo de la infanta que, por muy leves que sean, suceden como pasó durante la entrega del premio al Pueblo Ejemplar 2024.
Sucedió el pasado sábado 26 de octubre, cuando junto a sus padres y su hermana, Sofía se desplazó hasta la localidad de Sotres. La parroquia comprendida en el concejo de Cabrales fue elegida para recibir el mencionado galardón en el marco de los eventos de los Premios Princesa de Asturias.
No obstante, entre la ristra de anécdotas que quedan para el recuerdo del periplo asturiano de la Familia Real, imposible no reseñar la posición y el semblante de Sofía durante el acto. Con rostro serio y los brazos cruzados.
Según la revista Clara, no es la primera vez que a la infanta Sofía se le ve con ese gesto que también es propio de su madre, doña Letizia y por la que se podría pensar que es heredada.
¿Gesto heredado o aburrimiento?
Sin embargo, Vanessa Guerra, experta en comunicación no verbal y autora de ‘El lenguaje corporal de las emociones’ (RBA), destacó que no todo es herencia gestual, porque habitualmente “cruzamos los brazos cuando estamos parados y no sabemos qué hacer con ellos”.
“Los cruzas cuando estás escuchando a alguien, cuando estás cansada o aburrida”, según declaraciones a la revista ‘Lecturas’.
Destaca Guerra que aunque sea un gesto de lo más normal para muchas personas, “si están en un acto oficial rompe un poco el protocolo”. De algún modo, se desmarca predisposición para con el asunto que se está tratando.
Sea como fuere, la propia especialista en lenguaje no verbal matiza que “si llevan toda la mañana dando paseos y respondiendo a las demandas a las que se deben, a lo mejor es un cruce de brazos que viene dado por el cansancio (…) Por el agotamiento o no saber qué hacer. Estás reposándolos y apoyándolos, sin más”.
Según Vanessa Guerra, este gesto de la infanta Sofía de Borbón podría ser una simple respuesta por inercia del cuerpo a la apretada agenda de eventos de estos últimos días, algo que para muchos no tiene mayor importancia.