Si hay una celebridad que deslumbra cada año en los premios BAFTA es la princesa de Gales, Kate Middleton, y aun cuando el año pasado no estuvo presente por su diagnóstico de Cáncer, este 2025 podría hacer una aparición en la alfombra roja, según un nuevo informe del Daily Mail.
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La esposa del príncipe William y madre de tres hijos, anunció en marzo de 2024 que, tras una intervención abdominal, debía luchar contra un cáncer. Se espera que este 2025, la princesa ilumine la alfombra roja, ahora que está regresando lentamente a sus deberes reales.
Por todo es conocidos que el príncipe William es el presidente de BAFTA y Kate Middleton lo ha acompañado en muchas ocasiones. Es una oportunidad poco frecuente para que la pareja se vista con sus mejores galas, y la princesa nunca decepciona.
El vestido verde con joyas de esmeralda
Según la revista Hello, la duquesa ha reutilizado muchos de sus vestidos en la fiesta, y el reciclaje es una de sus principales preocupaciones.
Sin embargo, destaca el medio que hay un vestido que nunca ha repetido: el vaporoso vestido verde bosque que lució en 2018.

La princesa estaba embarazada de su tercer hijo, el príncipe Louis, en ese momento. El exquisito vestido fue diseñado por Jenny Packham y presentaba un talle imperio con detalle de cinta negra, que fluía perfectamente sobre su barriga.
Lo que hizo realmente especial el vestido son los hermosos aretes de esmeraldas de corte cuadrado engastados en un borde floral de diamantes. Incluso jugó con la combinación perfecta, las joyas con un deslumbrante collar con forma de gota que presentaba cuatro piedras esmeralda.
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Posiblemente el ser un look materno hizo que Kate no lo usara más por la talla de ese momento que tenía el embarazo muy avanzado.
Otros looks deslumbrantes de Kate
En 2023, Kate recicló un hermoso vestido blanco de Alexander McQueen, que usó por primera vez en los premios en 2019. Lo renovó con un par de elegantes guantes negros de terciopelo e incluso añadió unos llamativos pendientes dorados de Zara.

En 2020, siguiendo el compromiso de los premios con la sostenibilidad, tanto William como Kate optaron por volver a utilizar prendas que ya poseían.
La princesa eligió un opulento vestido que estrenó en Malasia en 2012. Era de Alexander McQueen y estaba bañado en oro y adornado con glamorosos tonos dorados. Es uno de los looks más majestuosos que Kate ha lucido jamás.