La princesa Diana fue una mujer muy dedicada y amorosa con sus hijos, los herederos de la monarquía británica, aun cuando uno de ellos decidió renunciar a sus deberes. Tanto el príncipe William como Harry fueron educados para cumplir con el papel que les tocaría jugar en el futuro, pero eso no implicaba que su madre tratara por todos los medios de darle una crianza lo más sencilla posible.
Pero el menor de princesa de Gales, tiene un nombre muy largo Henry Charles Albert David Windsor, quien nació el 15 de septiembre de 1984 y fue nombrado oficialmente como el príncipe Henry, un nombre tradicional en la familia real británica.
Sin embargo, desde niño fue conocido popularmente como Harry, una forma común en Reino Unido de abreviar Henry.
Según la revista Vanidades, Diana también solía referirse a él como Harry en público y en la vida cotidiana, aunque en ocasiones formales, o cuando hablaba de manera más seria, usaba su nombre completo.
Harry quedó como su nombre principal
Este hábito de la fallecida princesa de llamarlo Harry contribuyó a que el apodo se convirtiera en su nombre principal en el mundo.
De hecho, su título oficial antes de retirarse de los deberes reales, “El duque de Sussex”, incluye su verdadero nombre completo, pero la mayoría sigue refiriéndose a él simplemente como Harry, en gran parte gracias a la cercanía y calidez que compartía con su madre.
Diana lo llamaba Henry en momentos especiales o formales, como cuando requería su atención total o cuando quería destacar la seriedad de la situación.
Llamarlo Harry fue un gesto maternal que dejó una huella significativa en la vida del príncipe, y hasta hoy, en algunas entrevistas, el duque de Sussex ha recordado la manera en que su madre se dirigía a él con ese nombre cuando quería que se concentrara o en momentos más solemnes.
El príncipe siempre fue conocido por su espíritu más rebelde y despreocupado, lo que probablemente hizo que el uso del nombre “Henry” por parte de su madre fuera una forma de recordarle la solemnidad que conlleva ser un Windsor.

