La figura de Rose Hanbury, la presunta amante del príncipe William, volvió con la fuerza de un tifón a los medios de comunicación alrededor de todo el mundo. Las plumas no paran de escupir tinta sobre esta mujer: historiadora, aristócrata, modelo y antigua asesora de Michael Gove, y en última instancia la supuesta amiga del heredero al trono británico.
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Rose Hanbury y su polémico pasado
La vida de Rose Hanbury ha sido vigilada y seguida con lupa por su histórico vínculo con la familia real. Su abuela materna, Lady Elizabeth Lambart, era íntima amiga de la infancia de la reina Isabel II y fue la dama de honor en su boda con el duque de Edimburgo, el 20 de noviembre de 1947.
A pesar de todo el protocolo, de las formalidades y normas que Rose Hanbury desprende en los actos oficiales que se la ha visto, tiene un pasado “erótico, exótico y excéntrico”. Así lo relata la periodista y escritora Violet Naylor-Leyland en su última obra, Rare Birds, True Style: Extraordinary Interiors, Personal Collections & Signature Looks, según la información consignada por el sitio web El Español.
El libro describe muy detalladamente las habitaciones de Wembury House, la casa donde vivía Rose Hanbury con sus hermanos.
El pasado de Rose Habury vuelve a acaparar los titulares con una fotografía en bikini
“Las habitaciones estaban adornadas con ligueros doblados como cenefas de cortinas y había una imagen extraña de una tortuga marina disecada en el baño de la planta baja”, reveló la autora.
Rose Hanbury recuerda, siempre según la escritora, cómo durante su “salvaje” adolescencia sus padres convirtieron la casa en un lugar propio para hacer fiestas: “Mamá convirtió el sótano en un club nocturno para nosotros, lo pintó todo ella misma y colgó lámparas marroquíes y suzanis -alfombras- de las paredes. Parecía una especie de fumadero de opio”.
Rose Hanbury y su hermana Marina eran y son grandes amigas, además de ser compañeras de trabajo en la época en la que la actual marquesa de Cholmondeley ejercía de modelo. Desfilaron para la casa de moda Escada en el contexto de la London Fashion Week. Sin embargo, ambas alcanzaron el salto definitivo a las páginas de la prensa cuando aparecieron en bikini junto al primer ministro de esa época, Tony Blair, en el 2005.
