Aunque la cirugía estética ofrece muchas alternativas para estilizar facciones, el maquillaje también. La prueba está con estos tips para usar polvo bronceador, los cuales te darán un aspecto más glamuroso y rasgos finos, casi como si te hubieses sometido a una bichectomía pero sin tanto dolor.
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Esta técnica forma parte de lo que conocemos como ‘contorno’, o contouring, que seguramente has visto en redes sociales, y que consiste en esculpir el rostro marcando ciertas zonas claves y además aportar mucho color.
Cómo usar el polvo bronceador en tu maquillaje
El truco del 3
El más importante de todos los tips es el truco del 3, reseñado en Harper’s Bazaar. Conforme con la fuente, consiste en “trazar este número con la brocha a cada lado del rostro. Desde la frente hacia los pómulos y de ellos al mentón para después descender por el cuello”. De esta forma, práctica y rápida, abarcaremos las áreas más importantes donde queremos dar sombras.
Cuida el exceso
El tono es muy importante para que no parezca que recibimos un golpe o está muy marcado el contorno. Debe ser más oscuro que tu tono de piel, pero no demasiado, y cuidando el exceso de producto.
“Conviene usar unos polvos bronceadores suaves, no demasiado diferentes a nuestro tono de piel, solo un par de tonos más oscuro, y que contengan algo de brillo, porque lo que se quiere, básicamente, es conseguir el efecto de buena cara”, aseguran.
El W
Parecida a la técnica del 3, pero con ciertas modificaciones, otros maquillistas se guían por ella porque es más efectiva. “Para esculpir el rostro hay que trazar una ‘W’ que empiece en la sien, a la altura del ojo, y trazar una curva descendente por debajo del pómulo. Después hay que subir hasta la zona del entrecejo y repetir en el otro lado del rostro. Una vez acabada esta operación, difuminar por todo el rostro realizando movimientos circulares con la brocha”, explican.