“Si te barren los pies, no te vas a casar”; “si dejas la escoba en la puerta, no llega la suerte”; “barrer de noche es de mal augurio”; cuántas veces hemos escuchado a nuestros padres y abuelos decir esas cosas sobre un objeto tan sencillo y tan práctico como la escoba.
En la superstición, las escobas han sido objetos de significado y simbolismo. Desde ser utilizadas como herramientas para la limpieza hasta asociarse con brujas y la magia, las creencias populares han atribuido diversos significados a la posición de una escoba, especialmente cuando se encuentra colocada hacia arriba.
Las supersticiones no son otra cosa que creencias irracionales que se atribuyen a una explicación mágica de un suceso. Hay personas que creen fielmente en ellas, y que evitan ciertas cosas o acciones para evitar sufrir una desgracia. Aunque no existe ninguna base científica, todavía se siguen creyendo en este tipo de acciones o gestos.
Algunas de estas supersticiones están relacionadas con la casa. Sobre todo, cuando nos ponemos en modo limpieza, nos vienen a la mente pequeñas cábalas. Todos los consejos y refranes de nuestras abuelas para evitar la mala suerte.
No la pongas hacia arriba
Pero ¿Cuál es el motivo por el cual las escobas no se pueden dejar hacia arriba? Fue creada en el año 1905 en Escocia, Reino Unido, la escoba ha sido de los implementos de limpieza que no pueden faltar en ningún hogar.
Sin embargo, está la creencia de que no hay que dejarla en cualquier lugar, ya que se corre el riesgo de que este elemento de limpieza barra la buena energía de todo.
Algunos consideran que no debe ser colocada hacia arriba, sobre todo en algunas comunidades de Europa. Puede percibirse como un presagio de desgracia o incluso como un indicio de brujería, reseñó El Heraldo.
En Latinoamérica y en países de África, la colocación de una escoba hacia arriba puede interpretarse como un signo de protección contra espíritus malignos o como una forma de alejar la mala suerte.
Asimismo, se cree que este elemento actúa como una barrera que impide el ingreso de los malos espíritus al hogar.

