No podemos subestimar el papel que tienen los zapatos en nuestros outfits, pues algunos son un acierto y otros NO los deberías llevar a la oficina, tus reuniones o el trabajo en general.
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Esto porque pueden resultar muy casuales o restarle sofisticación a tus looks, así que es hora de renovar tu clóset con otras opciones que sean igual de lindas y cómodas.
Zapatos que SÍ y los que NO deberíamos llevar a la oficina
Los tenis blancos son indispensables
Con el auge de la comodidad dentro de las tendencias de moda, las zapatillas deportivas reclamaron un lugar que le hemos concedido felices dentro del mundo ejecutivo. Ya no es mal visto ir en tenis blancos, por lo que puede ser una gran apuesta con nuestros trajes y blazers.
Evita los tacones boho
Por otro lado, lo que sí deberías rechazar es llevar zapatos de tacón boho, mejor conocidas como sandalias de cuña. Son tacones rectos y cómodos, pero que tienen una estética demasiado informal. La mayoria no cumple con los códigos de vestimenta de las oficinas y no queremos vernos fuera de lugar.
Mules o mocasines son un clásico
Entre los zapatos que son un acierto para llevar a la oficina no podemos dejar de lado los clásicos mules o mocasines. Negros, marrones o beige, de punta cuadrada o redonda, puedes variar entre estas alternativas que irán muy bien con lo que sea que lleves puesto. Minimalista, elegante y sencillo de recrear cualquier día.
Botines altos, mejor no
Aunque son llamativos y sencillamente, espectaculares, los botines altos chocan con las reglas del mundo corporativo en muchas ocasiones. Es mejor dejarlas para nuestras salidas y combinarlas de forma sexy con shorts, faldas cortas o vestidos.
Stilettos son un sí rotundo
Por último, los zapatos infalibles para verte sofisticada sin mayor esfuerzo en la escena laboral son los zapatos de tacón clásicos, también conocidos como stilettos. Ten en cuenta que pueden ser muy incómodos, así que llévalos en ocasiones puntuales o especiales.
