Con la primera guerra mundial en los años 20, las enfermeras necesitaban tener un corte de cabello que les permitiera hacer su trabajo y de allí nace el famoso corte bob que se volvió un ícono de la moda y que en la actualidad con sus versiones se mantiene en tendencia.
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Hasta ahora el bob se ha mantenido invicto como el protagonista en los salones de belleza, pero sus diferentes versiones y sus cambios hizo imponer con mucha fuerza al skinny bob que amenaza con desplazar al clásico bob.
El tradicional bob es un corte de cabello recto justo a la altura de la barbilla ya sea con flequillo o sin él.
De él tenemos las versiones french, long, invertido y por supuesto el skinny bob, gran parte del éxito de este corte de cabello es que es un estilo midi muy favorecedor que le va bien a todos los tipos de rostros y se puede adaptar muy fácilmente haciendo unos cuantos ajustes según el estilo que prefieras.
El arrasador skinny lob
El skinny lob es una de las muchas variantes de tradicional bob, para muchos expertos en estilismo esta es una de las mejores versiones que se han hecho, pues se trata de un corte más versátil tanto por la longitud que alcanza que lo lleva a ser un midi fácil de peinar y por añadir mucho más movimiento al cabello al evitar el corte extremadamente definido.
El tradicional corte de cabello bob, definido a la altura de la barbilla, su principal diferencia con el skinny lob es que este llega casi a la altura de los hombros y añade ligeras capas solo en las puntas para hacer una transición suave que le da movimiento y textura a la melena.
El skinny lob es muy versátil y van muy bien con prácticamente todos los tipos de rostro y puedes ajustar el largo manteniéndolo en un estilo midi, así como el uso de flequillo que hace que sea fácil de equilibrar.