Cuando dos personas se enamoran el ideal de futuro es estar juntos para siempre. Cada uno se prepara para eso que llaman convivencia, en algunos casos resulta, en otros no.
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Pero en la actualidad son muchos los hombres y mujeres que aman más su independencia y eso no quiere decir que puedan tener pareja, simplemente las tienen, pero cada uno por su lado.
El diario El País de España publicó recientemente un reportaje que muestra las historias de parejas que rompieron el molde y decidieron vivir en casas separadas.
Él en su casa, yo en la mía
Entre los casos que presenta está el de Ana Llopis y Juan Carlos Gómez, originarios de Granada, España, quienes a pesar de llevar 3 años en su relación nunca han vivido juntos. Y tampoco piensan hacerlo.
En entrevista, Ana planteó que hay que “ver las relaciones de otra forma” y que estén estructuradas por “menos dependencia, más libertad y más igualdad”. Esta forma de relación es aceptada por ambos, quienes se sienten muy cómodos viviendo así.
Ambos viven a casi 20 minutos de distancia y se ven durante los fines de semana. Aunque parezca difícil para algunas personas, y hasta impensado, lo han logrado con éxito, reseñó el portal Upsocl.
No quiero lavar calzoncillos
También se habló de otro caso, el de una mujer de 70 años, llamada Carmen, que quedó viuda y nunca pensó que volvería a tener novio.
Se enamoró de Hilario, pero en vez de irse a vivir juntos ella decidió quedarse en su casa. “Tú en tu casa y yo en la mía. No voy a volver yo a recoger calzoncillos”, le dijo a su actual pareja.
“Lo cuento porque no pensé que me iba a ver diciendo que cuando murió mi marido y pasé unos años sola, me di cuenta de que había sido una esclava toda mi vida. Muchísimo amor, siempre, pero esclava. Y mira qué bien estoy ahora. Cada uno en su casita. Enamorada, pero no esclava”, aseguró.
El País de España, realizó una contabilización de este tipo de parejas. Un estudio mostraba que en 2018 existía un 7,2% de relaciones que se enmarcaban en el estilo de vida de no convivir juntos, cuyas razones variaban entre cuestiones laborales, educativas o relacionadas con padres e hijos.