Las mujeres cuando pasan de los 40 años buscan desesperadamente procedimientos estéticos para retrasar las arrugas y las canas. Pero en los últimos años la tendencia ha sido, dejar que los signos de la edad aparezcan.
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Si hubo una mujer bella y símbolo de sensualidad ícono de los 90 fue Pamela Anderson y ella es de esas personas que quieren verse natural con sus canas y sus arrugas.
Pamela tomaba las portadas de diferentes revistas y atraía la atención cada vez que aparecía en público. Pero ya a sus 55 años ya es más que una cara bonita y un cuerpo espectacular: es una escritora, activista y bailarina.
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No me considero un ícono de belleza
La actriz de “Baywatch” no se consideró un ícono de belleza. “Nunca me sentí una gran belleza, nunca. Solo sentía que tenía algo divertido”.
La ex Playboy siempre ha intentado mantenerse humilde y aterrizada respecto a su apariencia, sobre todo ahora en este mundo inmerso en las cirugías plásticas y los diferentes procedimientos para evitar los signos de la edad.
Según el portal Upsocl, Anderson ha dejado claro en todas sus entrevistas que no quiere frenar su envejecimiento. Lo acepta y hasta le causa curiosidad saber cómo lucirá en el futuro.
“No puedo esperar a verme anciana. Siempre dije que me reconocería a mí misma cuando me mirara en el espejo. Quiero que mi pelo se vuelva naturalmente gris, no usar maquillaje. Quiero decir, ese es mi estado de comodidad”, dijo al portal Page Six.
Está clara que muchas mujeres caen en la tentación de someterse a costosas cirugías para rejuvenecer el rostro y el cuerpo.
“Muchas mujeres que fueron clásicos íconos de belleza han tenido problemas con envejecer. No creo que sea difícil para mí y no quiero caer en eso. No quiero hacerme todas esas cosas locas a mí misma”, dijo.