Las películas basada en historias reales son un tiro al blanco en la plataforma de Netflix. Sus espectadores las buscan mucho y dentro del catalogo hay una joya que no puedes dejar de ver. Se trata de “Brian Banks: nunca es tarde”, una producción estadounidense que dura 99 minutos.
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El filme está dirigido por Tom Shadyac y cuenta la historia de Brian Banks, una estrella del fútbol americano en la escuela secundaria que es enviado a la cárcel por un delito que no cometió, a pesar de la falta de evidencias en su contra. Sin embargo, no se rinde y lucha por recuperar la libertad y continuar su carrera deportiva.
Cuando logra la libertad, con la ayuda de Justin Brooks y el Proyecto Inocencia de California, Banks lucha por limpiar su nombre y recuperar su sueño de jugar en la NFL.
Aún preso de los límites de la libertad condicional, un jugador de fútbol americano sentenciado injustamente trata de limpiar su nombre para retomar su sueño de jugar en la NFL”, reza textualmente la sinopsis de Netflix.
Esta película deportiva y dramática basada en una historia real tiene como protagonista a Aldis Hodge (‘’Figuras Ocultas’’).
La critica destaca la actuación del protagonista
Completan el reparto Greg Kinnear (‘’Mejor... imposible’’), Melanie Liburd (‘’Un encargo muy especial’’) y con Sherri Shepherd (‘’Precious’’). El largometraje está dirigido por Tom Shadyac (‘’I Am’’) y cuenta en el guion con Doug Atchison (‘’Akeelah contra todos’’), reseñó TyCSports.
La critica la considera una producción inspiradora y destacan la buena actuación del protagonista de la historia. The Hollywood Reporter precisa: “La interpretación de Hodge es lo que hace que la película funcione (...) Si contribuye a la actual y necesaria reflexión sobre las malas conductas sexuales, el film habrá cumplido su propósito”.
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“Una película bienintencionada y emotiva (...) Revela lo infinitamente complicado que puede ser el tema de la violación”, destaca Variety.
Por su parte el portal Indie Wire precisa: “La historia, basada en hechos reales, es inspiradora, pero sólo el protagonista está a la altura (...) Las diferentes líneas temporales que plantea Shadyac debilitan al film”.