Entre las bellas postales y las actividades protocolares de los viajes de la familia real española, pocos son conscientes de los detallados preparativos que acompañan cada desplazamiento la reina Letizia, el rey Felipe o cualquier miembro que sirva de representante de la monarquía.
PUBLICIDAD
Como era de esperarse y sucede en otras partes del mundo, les persigue un intenso lineamiento que debe seguir su equipo y ellos en sí mismo para mantenerse a salvo de cualquier eventualidad.
Pero, ¿cuáles son algunas excentricidades de los viajes de la reina Letizia?
Desde Clara ponen como ejemplo la visita de la reina consorte a los Juegos Olímpicos. Antes de su llegada, se envió una reserva de sangre del grupo 0+, una práctica habitual en sus desplazamientos que asegura la atención médica adecuada, como parte de un protocolo médico que garantiza la salud de la soberana.
Cada desplazamiento de la reina Letizia, sin importar su duración, está sujeto a una serie de directrices estrictas, como que esté presente una ambulancia y un espacio reservado en un hospital cercano. La salud de la reina Letizia es, sin duda, una prioridad dentro de estos planes logísticos.
De igual manera, la imagen de la madre de la Infanta Sofía y la princesa Leonor es cuidadosamente gestionada por un equipo de profesionales que garantizan que cada aspecto estético, pues viaja con tres estilistas que vigilan desde el cabello, maquillaje, outfits y zapatos.
La ropa se transporta en baúles diseñados para evitar arrugas, hasta maletas protectoras para sus accesorios. Asimismo, medios internacionales han filtrado que se reserva todo un piso de habitaciones para la reina consorte y el resto del equipo en los hoteles cinco estrellas a los que va.
Pide menús diseñados especialmente para ella, cargados de frutas y verduras; no le permite a nadie utilizar su baño y viaja con su cocinero personal.