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Por qué ‘Love Actually’ es la película más tóxica sobre el amor que aún muchas idealizan

Es una de las películas navideñas por excelencia, pero el revisionismo ha hecho que tenga varias ‘red flags’ y estas son algunas de ellas.

Del revisionismo en este siglo no se salva nadie. Ese que ha condenado el machismo depredador de ‘Don Armando’ en ‘Betty la Fea’. Ese que ha condenado a Ross como un novio espantoso en ‘Friends’ y a los galanes de los 90 como unos tipos peligrosos, no románticos. Eso también le pasó a la película de Navidad por antonomasia, ‘Love Actually’.

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Desde una Keira Knightley de 17 años y la disparidad de edad con sus partners románticos, o varios artículos donde señalan que no hay diversidad y sí roles de género más bien opresivos y convencionales (en Vox, The Independent o Refinery 29, entre otros medios), o un hilo de Reddit, la película ya no tiene el encanto “romántico” de hace veinte años. ¿Pero qué es lo que ha pasado?

Las ‘red flags’ de ‘Love Actually’ por las que la película es criticada

Para comenzar, el personaje de Andrew Lincoln es medio acosador

Esa parte de los letreritos que tanta ha querido que el novio/mozo/ arrocito en bajo le replique más bien es medio creepy: el personaje de Andrew Lincoln (futuro Rick Grimes) se la ha pasado filmando en secreto todo el tiempo al personaje de Keira Knightley sin que lo sepa.

Dos: tiene la imagen idealizada de ella, se enamora de lo que ella cree que es. Y eso que el actor le preguntó al director Richard Curtis si no se iba a ver acosador. Y el director en ese momento le respondió que no.

Hay mucha relación de jefe/empleada que es bastante cuestionable

Se podría comenzar por la del Primer Ministro Hugh Grant con su empleada, cuando con precedentes como el de Mónica Lewinsky se sabe que esas relaciones son más de abuso de poder que de igualdad.

O se podría seguir con el caso del personaje de Colin Firth y su empleada portuguesa, que no habla y que está a disposición de él para “iluminar su vida como la mujer exótica que alegra su vida aburrida”, cosa que se ha visto como cliché de Hollywood.

O incluso, el cómo la secretaria del personaje de Alan Rickman lo seduce y él termina comprándole una pulsera y de eso se da cuenta su esposa, interpretada por Emma Thompson, en una de las peores escenas de la película.

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El personaje de Liam Neeson tiene mucho qué cuestionar como papá

Es decir, está recién viudo, tratando de darle consejos al hijastro de cómo “conquistar’ a la niña de su escuela y en una escena romántica “” que simplemente luego de dos años del 11-S tendría al pobre niño con la bota sobre la cabeza en un cuarto de detención en el aeropuerto.

Y no, insistirle a alguien que te ame no es un buen consejo. Pero eso no es lo peor del personaje: es enamorarse de Claudia Schiffer porque sí.

¿Por qué todos tienen que ‘enamorarse’ al instante?

Con el tipo que se va a Norteamérica y enamora por el acento sucede así: bellezas como January Jones ya se enamoran al instante. Lo mismo pasa en el caso del personaje de Colin Firth y su asistenta portuguesa.

Es decir, nadie se conoce. Las tramas suceden en lo más predecible, cliché y problemático de todo. Lo que hace que muchos se burlen de las comedias románticas en sí.

Bonus track: las únicas historias que sobreviven al revisionismo

La historia de Laura Linney resignándose a no acostarse con el buenazo de Rodrigo Santoro por atender a su hermano con problemas mentales, muy real. Muchos sacrifican su placer por su familia.

O la de Billy Mack, rockero políticamente incorrecto, que encuentra su “amor” en su asistente, son las historias que aún resuenan mucho con los que no son fans de la película.

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